¿Sabes qué es la VO?
- loquenadiemedijo
- 20 jul 2016
- 2 Min. de lectura
Quisiera empezar este artículo con una pregunta para todas las madres, futuras madres: ¿Cuando se enteraron de que estaban embarazadas, acaso una de sus principales preocupaciones no fue el momento del parto? Yo apostaría, sin miedo a equivocarme, que para todas lo fue. ¿Y Uds. se preguntarán por qué lo afirmo de manera tan tajante? Simple y sencillo, ya que el momento del parto es, a la vez, el alfa y el omega, el génesis y el apocalipsis, el principio y el fin: el fin del embarazo, pero el principio de la maternidad. Y como toda situación límite nos llena de dudas y temores.
El parto, lejos de ser una experiencia traumatizante o altamente dolorosa, es entendido como “un acto natural y fisiológico de reproducción individual. No es una enfermedad, ni un acto médico. Es un proceso natural del cuerpo de la mujer, muy complejo, asociado a su sexualidad y reproducción en el cual median múltiples variables con una perspectiva antropológica, social, cultural, psicológica” (Olza y Lebrero, 2006, p. 132). Pero ¿qué ocurre cuando los recuerdos que tenemos del momento que debiera ser el más feliz de nuestras vidas son los más traumáticos que nos ha tocado vivir? Si tienes recuerdos malos, es posible que hayas sufrido violencia obstétrica...

¿Pero qué es la violencia obstétrica?
La violencia obstétrica puede definirse como el tipo de violencia ejercida por el profesional de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres. Esta clase de violencia se expresa mayoritariamente ―aunque no con exclusividad― en el trato deshumanizado hacia la mujer embarazada, en la tendencia a patologizar los procesos reproductivos naturales y en múltiples manifestaciones que resultan amenazantes en el contexto de la atención de la salud sexual, embarazo, parto y post parto (Belli, 2013, p. 28).
Es importante señalar que en nuestro país, Perú, no existe una legislación que regule, de alguna manera, estos procesos. Caso contrario ocurre en países como Argentina y Venezuela, donde ya se cuenta con leyes que sancionan a quienes incurren en este tipo de violencia de género. Por ejemplo, Argentina, en el 2004, promulgó la Ley del parto humanizado, donde se señalan determinados derechos de las parturientas.
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